El pequeño ratón Arquímedes quiere ser tan grande, tan grande... ¡cómo un elefante! O mejor, ¡cómo la torre Eiffel! No, ¡cómo un trasatlántico! Solo ve ventajas a su diminuto tamaño, pero sus amigos más grandes le explicarán que en realidad es una suerte ser tan pequeño... Aunque todo depende del cristal con que se mire.

En este libro vamos a dar un paseo por épocas muy remotas... ¡Ni los tatarabuelos de tus tatarabuelos vivieron entonces! Estamos hablando de la Prehistoria, la Edad Antigua y la Edad Media, así que empezaremos entrando en una cueva paleolítica para ver "la última moda" rupestre, e iremos evolucionando.

En este libro vamos a dar un paseo por una época no tan remota. Estamos hablando de la Edad Moderna y Contemporánea, así que empezaremos conociendo a los burgueses en el siglo XV, daremos la primera vuelta al mundo, pasaremos un día en el palacio de Versalles, conoceremos el invento de la imprenta e iremos evolucionando.

Los animalitos han abierto la puerta de su casita solo para ti. Averigua quién es quién mirando dónde vive... ¿Quién se asoma por el nido, quién vive en la telaraña o quién te espera en la madriguera?

Igual que tú, cada animalito tiene una comida preferida... ¿vas a ser capaz de adivinar cuál es solo con ver lo que come? ¿ya sabes quién come zanahorias, a quién le encanta el queso o quién picotea maíz?

Los animalitos de este libro tienen tantos y tan buenos amigos como tú, pero... ¿sabes cómo se llama cada grupo? ¿Te suena un banco de peces o una bandada de pájaros? ¿Qué tal una manada, un rebaño o una colmena?

Silencio, no despiertes a todos estos animalitos que tienen formas muy originales de dormir. Fijate bien y adivina... ¿Quién es el más dormilón, qué animal duerme solo de día y quién duerme boca abajo?

Ese momento especial en el que papá o mamá leen un cuento antes de dormir a sus pequeños es algo que quieren disfrutar todos los niños del mundo. Por eso este libro incluye 365 cuentos, uno para cada día del año, con relatos de hoy y de siempre adornados con ilustraciones clásicas. Dejemos volar la imaginación hacia ese remoto y encantador país de los sueños poblado de animalitos que habla, hadas, duendes, sirenas princesas y brujas.

La filosofía oriental que se esconde detrás del mandala es en realidad universal: un círculo que encierra la belleza y la paz, absolutamente contrario a la prisa y el ruido que suele acompañaros a diario. Pintarlos nos ayuda a tener paciencia y capacidad de concentración, pero sobre todo fomenta la creatividad, combinando figuras, colores y frases motivadoras para fluir con nuestro artista interior.

El mandala es un círculo sagrado que la filosofía budista utiliza como símbolo espiritual del centro del Universo. Colorear un mandala es por tanto una técnica de relajación y meditación en sí misma. Es posible transformar nuestro mundo interior, calmar la mente y adquirir la paz espiritual a través de la belleza y del color de estos mandalas que se acompañan de frases motivadoras para alcanzar la serenidad.